Adolescencia: estrés cotidiano y cambios esperables
- Pato Jacquet_Clr
- 24 sept 2020
- 4 Min. de lectura

Entender cuáles son los factores que habitualmente dificultan la vida de un adolescente nos permitirá conocer la forma de ayudarle cuando se enfrente a una situación difícil. Para empezar, debemos diferenciar dos conceptos que a veces se confunden, la adolescencia y la pubertad.
La adolescencia es el periodo en el que una persona pasa desde la infancia cuando era niño a la edad adulta, dura aproximadamente diez años y en este tiempo el adolescente va a realizar una serie de cambios que afectarán su vida.
La pubertad en cambio se refiere únicamente al periodo mucho más corto de dos o tres años en el que se produce la madurez de los órganos sexuales. Esto ocurre para los niños entre los 11 y los 14 años y las niñas entre los 10 y los 13.
Diferenciados estos conceptos vamos a tratar ahora de entender cuáles son las presiones a las que la vida y nosotros, los adultos, sometemos a los adolescentes.
En primer lugar, está el nivel de exigencia académica, el periodo de cambios hormonales de la pubertad más todo el proceso que vamos a describir a nivel de cambios de personalidad coinciden con un momento en que a los estudiantes les empezamos a pedir un mayor rendimiento y sobre todo una mayor constancia en el rendimiento. Les pedimos que inviertan en un futuro que ellos ven muy incierto y les vamos diciendo una y otra vez que es importante que sean conscientes de lo crucial de sus estudios en este momento porque con los estudios en esta etapa decidirán su futuro.
Pero estas variables que para los adultos son tan importantes, no lo son para los adolescentes. En esta época y, debido a los cambios hormonales de crecimiento, se producen una serie de cambios en el cuerpo. Los adolescentes suelen andar de forma desgarbada, suelen tener ciertas dificultades de coordinación de movimiento y eso tiene que ver con que todavía no están como cómodos en su cuerpo, ha habido un crecimiento rápido, están ocurriendo alteraciones, se les están desarrollando los órganos sexuales externos y eso hace que sientan como un extraño en el propio cuerpo.
Este hecho, que es absolutamente adaptativo y normal en la adolescencia, genera en ellos problemas de autoestima, porque la imagen externa para un adolescente es una de las cosas más importantes de esta etapa.
En esta época los adolescentes definen otra forma de ir por la vida. Si hasta los 12 años o hasta el inicio de la pre-adolescencia, los niños y niñas han tratado de hacer lo que los adultos queremos y les hemos sugerido para tratar de aprender cómo hay que hacer las cosas, ahora deben encontrar formas propias de conducirse que regulen su comportamiento.
Y cómo descubren ¿Cómo soy yo y cómo quiero hacer las cosas? La primera forma es oponerse a lo que les hemos enseñado los adultos significativos, que habitualmente somos los padres, algunos familiares y los profesores. Con la oposición ensayan formas distintas y hacia el final de la adolescencia es cuando con estos ensayos de oposición, los adolescentes se quedan con una parte de los aprendizajes que les hemos transmitido y descartan otros, porque en eso precisamente radica su forma de encontrar la propia personalidad, de construir su propio mundo de valores y su propia forma de conducirse.
Desde la perspectiva de los padres, esta etapa de oposición suele ser bastante pesada. Los adultos tenemos la sensación de que, hagamos lo que hagamos, nuestro hijo o hija adolescente va a protestar.
Finalmente es importante entender que, en la adolescencia, el grupo de iguales es el referente absoluto para los jóvenes. Esto quiere decir que encontrar la posición en el grupo, tratar de adoptar un rol dentro del mismo son aspectos absolutamente prioritarios para ellos. Y no debemos de tener en cuenta que, en esos procesos de socialización donde todos los iguales están haciendo el mismo proceso de cambio se producen muchísimas tensiones, que son importantes porque son muchas y son importantes porque el grupo de iguales es el referente, es el espejo en el que mira la adolescencia.
Sintetizando, los adolescentes en situación absolutamente cotidiana deben hacer frente a cinco retos importantes que le dificultan bastante la gestión del día a día.
1) Deben adaptarse a los cambios físicos que su cuerpo registra y él debe entenderlas, aceptarlas y acomodarse a ellas.
2) Empieza a construir la personalidad que va a tener de adulto, es decir deja detrás lo que se le ha enseñado como niño, los valores y las formas de comportamiento que hemos moldeado los adultos y explora formas alternativas que acabarán construyendo su propia personalidad.
3) Se cuestionará todos los valores, todas las normas y todos los consejos que los adultos, familiares y profesores le hemos estado dando hasta este momento. Este proceso por un lado genera tensiones y por otro genera muchísima incertidumbre.
4) Está configurando su identidad en el grupo como hombre, como mujer, como estudiante, como deportista con todas las diferentes identidades que después de adulto va a tener, y para hacerlo competirá con otros de su misma edad que por lo tanto están haciendo el mismo proceso.
5) Tienen que empezar justo en esta época de tanto cambio y de tanta incertidumbre a pensar en su futuro laboral, quizá no con una conclusión absoluta pero sí como una dirección.
En síntesis, como conclusión del retrato de la época adolescente que acabo de hacer nos tiene que quedar clara una idea principal: Los adolescentes en esta época están pasando por profundos cambios, estos cambios generan en ellos una percepción de falta de control y en ocasiones realmente tienen una cierta disminución de su control sobre la propia conducta y sobre todo sobre la regulación de las emociones.
Estos dos factores, los cambios y la falta de control generan una mayor probabilidad de riesgo. Y esto en situación normal, cotidiana en la adolescencia es lo que debe mantenernos alertas como padres para poder ayudarlos.
Por Patricia Jacquet
Clr Especializada en Desarrollo Personal y Conexión Creativa
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